Publicado el 4/06/2021 Categoría: Actualidad

Bruselas evita procedimientos correctivos pese a los desequilibrios de déficit y deuda



 

 

La Comisión propone mantener desactivado el Pacto de Estabilidad hasta 2023 pero pide a España y los más endeudados contener el gasto corriente

 

España no cumple con los criterios de déficit y deuda europeos y presenta “desequilibrios económicos” importantes, pero Bruselas no abrirá ningún expediente este año. Es la decisión más lógica y esperada en el segundo año de pandemia, y casi inevitable dado que la política fiscal recomendada para la Unión sigue siendo la de sostener la economía casi al precio que sea, pero no estaba garantizado y la Comisión no lo ha puesto negro sobre blanco hasta hoy, con la presentación del llamado Paquete de Primavera del Semestre Europeo.

 

El vicepresidente Valdis Dombrovskis y los comisarios Paolo Gentiloni y Nicola Schmit han mostrado hoy los detalles de un paquete especialmente cargado. En él hay varios elementos de la máxima importancia. El primero, la recomendación oficial de mantener a lo largo de 2022 la activación de las cláusulas de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que sigue dejando en coma inducido las normas habituales y los umbrales del 60% del PIB como máximo para la deuda pública y el 3% de déficit. “La política fiscal debe seguir siendo de apoyo en 2021 y 2022. Los Estados miembros deben evitar una retirada prematura de los estímulos y hacer un uso completo de la financiación del Fondo de Recuperación y Resiliencia”, los fondos que empezarán a desembolsarse en la segunda mitad del año.

 

Las previsiones macroeconómicas dicen que la UE no recuperará los niveles de PIB previos a la pandemia hasta el último trimestre de este año y que la Eurozona en su conjunto no lo logrará hasta 2022, por lo que la recomendación es que el Pacto de Estabilidad sigue congelado hasta 2023. Pero dicho eso, hay también matices.

 

Las instituciones creen que los Estados miembros con bajos niveles de deuda deberían apostar por una posición fiscal de apoyo, “haciendo pleno uso del Mecanismo de recuperación y resiliencia”, pero los Estados con un elevado nivel de endeudamiento “deberían utilizar los fondos para financiar inversiones adicionales para respaldar la recuperación y, al mismo tiempo, aplicar una política fiscal prudente Todos los Estados miembros deberían preservar las inversiones financiadas a nivel nacional. Al mismo tiempo, el crecimiento del gasto corriente financiado a nivel nacional debe mantenerse bajo control y limitarse para quienes tienen una deuda alta”, como es exactamente el gasto de España. Proteger e invertir, pero controlar también el gasto corriente.

 

Fuente : https://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2021/06/02/60b7693e21efa0de278b45c8.html

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