La hostelería, el comercio, el ocio y el turismo aglutinan dos tercios de los trabajadores que, un año después, siguen con su empleo suspendido
En septiembre pasado las contrataciones de la temporada estival llevaron el número de trabajadores incluidos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) al mínimo de la pandemia, con poco más de 706.000 afectados. Desde entonces la media mensual de empleados en uno de estos ajustes ha sido de unas 800.000 personas.
Si bien en la segunda mitad de marzo, el levantamiento de algunas restricciones a la actividad y a la movilidad ante el avistamiento del final de la tercera ola y la campaña de Semana Santa –que aunque ha sido tímida ha propiciado un aumento de las contrataciones– ha intensificado la salida de los trabajadores en ERTE, con alrededor de 156.000 empleados reincorporados, lo que ha supuesto un descenso del 17% respecto a los afectados en febrero.
Estas salidas se han visto reflejadas, sobre todo, en la activación de los trabajadores en ERTE por impedimento y de suspensión total, sobre todo en los últimos días de marzo y en los sectores con mayores restricciones. Ha sido el caso de la hostelería, que ha pasado de tener la mitad de los trabajadores en ERTE a finales de febrero, a alrededor del 35% al terminar marzo. E igualmente, las actividades artísticas, han pasado en este mismo periodo de tener más del 30% de empleados en ERTE a poco más del 20%.
Por el contrario, los afectados por estos ajustes en actividades con menos limitaciones se han comportado en marzo de forma muy similar a como lo ha hecho la afiliación en esos mismos sectores (ver gráfico).
En cualquier caso, dos tercios del orden de los 750.000 trabajadores que siguen en ERTE se concentran en cinco sectores: servicios de comidas y bebidas (243.595); servicios de alojamiento (111.721); comercio al por menor (64.568); comercio al por mayor (41.824); actividades deportivas y de ocio (32.274).
Fuente : https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/04/06/economia/1617733432_247437.html