Exceltur cree que la medida es “improvisada” y no contribuye a dar más seguridad a los que visiten España
Tras más de un año de durísima pandemia, el sector turístico necesita desesperadamente buenas noticias. Pero en lugar de eso, la nueva ley que obliga al uso de mascarillas en todos los espacios abiertos ha caído entre sus representantes como un golpe inesperado. Hasta ahora, la norma estatal solo imponía esta prenda al aire libre si no se podía garantizar una distancia de metro y medio.
El cambio legal había pasado inadvertido en el trámite parlamentario e incluso inicialmente tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado hasta que EL PAÍS desveló esa novedad. La obligatoriedad de cubrir bocas y narices en la playa va a contribuir a disuadir a aquellos que están pensando en viajar a España, temen en el sector que antes del coronavirus aportaba un 12% de la riqueza nacional. “Estamos pasando por una agonía que amenaza con acabar con miles y miles de empleos y empresas. Y ahora quieren convertir las playas en hospitales de campaña al aire libre”, critica con una pizca de ironía José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, el organismo que ejerce de lobby del turismo español.
La medida, además, no ha sido consensuada con los empresarios del sector, según denuncian sus representantes. Ni siquiera sabían de su existencia hasta su publicación el martes en el Boletín Oficial del Estado. “La Semana Santa ya la damos por perdida. Lo crucial ahora es apostar por el verano. Y para ello hay que lograr altos niveles de confianza para los extranjeros o españoles que quieran visitarnos”, continúa Zoreda, que no cree que este tipo de medidas, que considera “improvisadas”, caminen en esa dirección. No son solo las mascarillas. En Exceltur critican muy seriamente las imágenes de fiestas en pisos turísticos que abundan en ciudades como Madrid o las nuevas normas que obligan a entrar en carretera por la frontera francesa con una prueba PCR negativa. “Pedimos que el turismo sea una política de Estado. Y más congruencia en las medidas, muchas de ellas contradictorias”, protesta Zoreda.