Los hosteleros cántabros han llevado a cabo este martes a las 12 horas un ‘parón’ de 10 minutos por «el futuro del sector» y la situación «límite» en la que se encuentra, cuando se cumple un año del cierre decretado por la crisis del Covid.
Un momento, en el que dan por perdida la Semana Santa, aunque esperan que el retraso del toque de queda les permita facturar un 30% más.
En un acto simbólico celebrado en la calle del Río de la Pila, el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Ángel Cuevas, ha lamentado que el futuro inmediato se presenta «muy mal» para el sector, aunque ha reconocido que el retraso del horario del toque de queda a las 23 horas «viene bien».
Cuevas ha señalado que la Semana Santa representa entre el 15 y el 20% de la facturación del año. «Si nos lo quitan ya empezamos tremendamente cojos», ha lamentado.
«Venimos de todos los fines de semana, del puente de San José, con la Semana Santa… Pues si queremos empezar después de la Semana Santa y que haya apertura ya empezamos con un 20% menos de caja de lo que sería un año normal», ha explicado.
En cuanto al horario del toque de queda, que se fijará este miércoles de 23 a 6 horas en Cantabria, permitiendo a los establecimientos abrir hasta las 22.30 horas, ha reconocido que esta medida, aunque no es la que solicitaban –reclamaban que fuese hasta las 23 o 23.30 horas–, «viene bien» al sector y permite a los negocios que facturen en torno a un 30% más.
No obstante, Cuevas ha apostillado que «es un 30 por ciento más dentro de lo bajo que se factura, no un 30% más respecto a lo que se facturaba en 2019».
«Se está jugando en muchos casos al empate o con pérdidas, pero con ganancias en ninguno de los casos», ha indicado el presidente de la AEHC, que ha apuntado que en el mejor de los casos solo llega a «cubrir los gastos».
Así, Cuevas ha reiterado que para que empiece a haber negocio es necesario que se alineen tres cosas «fundamentales»: la apertura permietral de la Comunidad y de los establecimientos hasta las 23 o 23.30 horas, y establecer un aforo en los interiores del 50%.
Cuevas ha dicho desconocer la cantidad de negocios que han tenido que cerrar en todo este tiempo a causa de la crisis sanitaria, pero ha afirmado que existen «muchas bajas» de negocios que están cerrando, algunos negocios de segunda y tercera generación.
En este sentido, ha advertido que en el momento que lleguen las aperturas se va notar que «muchos no van a abrir».
Respecto a los siguientes pasos que va a dar la AEHC, Cuevas ha apuntado que la Junta Directiva, que se reúne cada ocho, diez o doce días, valorará la situación y tomará una decisión, de la mano de las asociaciones de la ‘Fuerza del norte’, de acuerdo a los intereses de los socios y el sector.
El presidente de los hosteleros ha detallado que se reúne una vez a la semana con la Consejería de Sanidad, la última tuvo lugar este lunes, y, aunque se les atiende, no están «satisfechos» con los resultados. «Los resultados no son óptimos», ha sostenido, criticando que les informan de las decisiones a «muy última hora».
«Ahora mismo pedir un escenario que vaya más allá del 9 de abril es impensable. Ellos van tomando las decisiones muy a última hora, decisiones que nos lesionan mucho», ha asegurado Cuevas.
Asimismo, ha vuelto a denunciar que las subvenciones que ofrece el Ejecutivo al sector «cubren los gastos de las pérdidas de los productos de las neveras nada más» y, en muchos casos, es «superior» al dinero de esas ayudas.
Además de Cantabria, esta protesta ha sido secundada por las asociaciones que forman la plataforma empresarial ‘Fuerza del Norte’, de la que también forman parte las asociaciones de Asturias, Lugo, Coruña y País Vasco.