Los datos de la Seguridad Social desmienten el mantra que se repite sobre que el 85% de los autónomos pagan la cuota mínima de 286 euros al mes. Realmente el porcentaje es del 52% y, el resto, tiene bases superiores.
Hay un mantra que se repite en los medios de comunicación, en informes, estudios e, incluso, en los documentos oficiales que emite el Gobierno, como el de reformas para poner en marcha el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que mandó a Bruselas y que la parte relativa a pensiones fue elaborada por el propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Se trata del manido asunto sobre que el 85% de los autónomos cotizan por la base mínima de 944,40 y, consecuentemente, pagan una cuota mensual mínima también de 286 euros al mes. Este dato se suele utilizar para insistir en que los autónomos cotizan muy poco y deberían aportar más al Sistema. Pues bien, la propia estadística de la Seguridad Social desmiente este dato y, según ATA, sólo poco más de la mitad del colectivo (el 52,38%) está en la base mínima de 944 euros, el resto opta por bases más altas de cotización, que van desde los 1.000 hasta los 4.070 euros mensuales.
A la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) le ha bastado con cotejar el registro histórico de cotizaciones al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social para constatar que, no sólo, es incierto que el 85% de los trabajadores por cuenta propia coticen por las bases más bajas sino que, además, en los últimos años han realizado un esfuerzo por elevarlas: se han incrementado un 30% en apenas una década.
Los datos que aporta ATA -extraídos de las estadísticas de la Tesorería de la Seguridad Social- ponen de manifiesto que en los últimos 13 años el mensaje de que es beneficioso para los autónomos cotizar más para tener mejores prestaciones -como la incapacidad temporal, el accidente laboral, el cese de actividad y, por supuesto, la jubilación- ha calado dentro del colectivo de trabajadores por cuenta propia. Hasta el punto, de que la base media de cotización ha pasado de los 907 euros/mes en aquel año, a los 1.178 euros/mes en 2020.
No obstante, y pese a que es necesario mejorarlas aún más, desde distintos foros siguen utilizando datos no contrastados con las estadísticas oficiales con el fin de poner de relieve una cierta insolidaridad con el sistema público por parte de los autónomos que aportan poco a la Seguridad Social. Incluso, en el documento enviado a Bruselas para poner en marcha el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se hace referencia a esta situación en la reforma enfocada a la creación de un nuevo sistema de cotización por ingresos reales para los trabajadores autónomos. En ella se afirma que el “resultado” de que los trabajadores autónomos puedan elegir su base cotización “es que casi el 85% del colectivo lo hace por la mínima. […] La lógica contributiva del sistema se traduce en que las prestaciones económicas son sensiblemente inferiores a las del Régimen General, hasta el punto de que un 36% de los pensionistas del RETA no alcanzan la pensión mínima”.