El organismo calcula las ayudas españolas en el 1,3% del PIB frente a la media de la zona euro del 4%, pero Economía eleva la factura al 5,5%
Las dificultades que atraviesan las empresas en la tercera ola de la pandemia han reavivado el debate sobre la necesidad de que el Gobierno apruebe nuevas ayudas contra una crisis que amenaza con alargarse. En este contexto, un documento del BCE sitúa a España como el país que más arrastró los pies en 2020 a la hora de sacar la chequera. El artículo, que usa los datos suministrados por los países a la Comisión Europea, apunta que España gastó el año pasado en estímulos fiscales un 1,3% del PIB. Se trata del porcentaje más bajo de la zona euro. Economía rebate este cálculo y eleva la factura al 5,5%.
La comparación incluida en el artículo Las respuestas fiscales iniciales de la zona euro contra la crisis de la covid-19, publicado el martes por el Banco Central Europeo, excluye medidas como las líneas de garantías, por no suponer un gasto con impacto presupuestario directo, o los ERTE, un instrumento en el que el Gobierno ha gastado hasta mayo unos 40.000 millones de euros. Con esta medición, España queda en último lugar entre los socios de la moneda única. En el extremo opuesto se encuentran países como Lituania y Austria, que gastaron más del 6% del PIB. La media de los 19 países del euro quedó ligeramente por encima del 4%.
Economía no está de acuerdo con la metodología de la Comisión Europea, que el BCE asume ahora en su artículo. “Los ERTE son una medida de mantenimiento de rentas equiparable a cualquier otra transferencia a los hogares”, señalan en el ministerio, donde también recuerdan la exoneración extraordinaria de cotizaciones a la Seguridad Social y los 16.000 millones del fondo a las regiones para sanidad y educación. “Si el gasto lo hubiera realizado la Administración central en lugar de las comunidades, sí se incluiría en la comparativa”, añaden fuentes del departamento de Nadia Calviño. España, sin embargo, se ha quedado muy atrás en inyecciones de fondos a los sectores más castigados. Alemania, por ejemplo, ha dado ayudas a fondo perdido a las empresas más afectadas por valor del 75% de su facturación de 2019.