La recta final de este año está ligada a los rebrotes y las restricciones. La esperanza de una vacuna puede elevar la confianza de los hogares
El anuncio de la existencia de una vacuna exitosa para luchar contra el Covid-19 anticipa, con todas las cautelas posibles, un cambio en el timón de la economía mundial. Tras un 2020 que pasará a la historia como el año del Gran Confinamiento, la publicación de los datos preliminares por parte de Pfizer y su socio alemán BioNTech abren la puerta a vislumbrar una futura recuperación de la actividad económica.
“El anuncio de Pfizer pone una fecha límite de esta pesadilla”, asegura Raymond Torres, director de coyuntura y economía internacional de Funcas, para quien la posibilidad de una vacuna implica que además del “efecto directo sobre la economía, hay un efecto indirecto sobre el consumo y la inversión dado que hay decisiones que se han quedado aplazadas, por lo que esto puede tener un impacto relevante en la confianza”.
Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, considera que lo preocupante sería llegar “a la recta final de este año sin una luz de esperanza”. En su opinión, “cuanta más sea la luz más rápido será el rebote teniendo en cuenta lo peligroso que puede ser el desánimo durante tantos meses”.
En los últimos meses el mantra repetido por los economistas ha sido que la evolución de las economías dependería de cómo avanzara la pandemia, la incidencia de la segunda ola y las restricciones a la movilidad que tuvieran que fijar los distintos Gobiernos. Ahora, el resultado exitoso de las pruebas realizadas por Pfizer allana el camino a la ansiada vuelta a la normalidad, o a la nueva normalidad.
La farmacéutica aseguró que prevé solicitar autorización de uso de la vacuna a las autoridades de Estados Unidos a finales de este mes y que aspira a distribuir 1.300 millones de dosis el próximo año –200 millones serían para la Unión Europea, aunque aún no hay acuerdo firmado–, por lo que no se espera que esa nueva normalidad se produzca ya este año. De esta forma, no es de esperar ningún cambio en las previsiones económicas de los organismos internacionales para este ejercicio, como sí podría suceder de cara a la segunda mitad de 2021 y 2022.
Fuente: CINCO DÍAS
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