El empleo en las actividades turísticas rozó los 2,4 millones de trabajadores en el tercer trimestre del año, en plena temporada de verano, lo que significa un descenso interanual del 16% o 453.568 personas menos, por los efectos del COVID-19.
Esta cifra de empleos perdidos supone el 65% de los 697.000 puestos de trabajos destruidos en la economía española entre julio y septiembre, mientras que la de ocupados representa un 12,4% del total.
Entre julio y septiembre, el sector turístico contó con casi 2,9 millones de trabajadores en activo (ocupados y parados), un 9,3% menos que en el mismo periodo del año anterior, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), difundidos este jueves por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
El porcentaje de parados en las actividades turísticas se situó en el 17,3%, cifra superior a la de los mismos meses del año anterior, y con la que se encadenan cinco trimestres consecutivos de aumentos, y un punto porcentual por encima de la media nacional (del 16,3%).
Los datos no incluyen como parados a los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) cuando existe una garantía de reincorporación al puesto de trabajo una vez finalizado el periodo de suspensión como consecuencia del coronavirus.
El número de personas que trabajaron durante la semana de referencia de la información (la anterior a la entrevista) y que, por tanto, no se vieron afectadas por un ERTE, se redujo en un 25,4%.
Por ramas de actividad turística, el número de ocupados disminuyó en todas, produciéndose una caída del 19,3% en hostelería, debido a la evolución negativa tanto de los servicios de comidas y bebidas (16,5% menos) como de los de alojamiento (27,4% menos), en tanto que, en el transporte de viajeros, la contracción fue del 14,1% y, en agencias de viaje, del 17%.
Fuente: EL ECONOMISTA
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