La recuperación de la economía china se consolida en el 3T20: el PIB se expandió en 4,9% interanual, situándose “tan solo” 1 p.p. por debajo de los ritmos de crecimiento previos a la crisis del Covid-19
El desglose revela que el proceso de recuperación se ha extendido desde la oferta, principalmente el sector industrial, hasta la demanda. China destaca como la única economía en el mundo que ya ha recuperado todo el terreno perdido por el shock viral, gracias, en gran medida, al efectivo control del contagio por parte de las autoridades. Para los mercados, estas fortalezas se han traducido en una apreciación del yuan y una mejor valoración de otros activos financieros chinos.
El proceso de recuperación de la segunda economía del mundo tomó fuerza en el 3T20: el PIB se expandió en 4,9% interanual, ligeramente inferior a las expectativas del mercado (5,2% de acuerdo a Reuters) aunque acelerándose respecto al 3,2% del 2T20 y cercano a la tendencia del crecimiento durante los trimestres previos al estallido de la crisis del Covid-19 (6,0% en el 3T19 y en el 4T19). En términos trimestrales, la economía alcanza un crecimiento de 2,7%, que, al incorporar el rebote de 12,2% en el 2T20, implica que el PIB ya se encuentre 3% por encima del 4T19. Los datos confirman el patrón tipo “V” de la reactivación en China, el único país en el mundo que ha tenido la capacidad de regenerar la actividad económica perdida durante la “hibernación”. No sorprende que, en este contexto, el yuan se haya fortalecido frente al dólar, que ya alcanza una apreciación de 3% desde el inicio de año.
El breve desglose de los datos revela que la recuperación se ha extendido desde la oferta a la demanda, principalmente en una reactivación del consumo privado: las ventas minoristas retomaron el crecimiento positivo (0,9% interanual en el 3T20, con 3,3% en septiembre), después de que colapsaran en 11% durante el pico de la crisis sanitaria a inicios de año. Asimismo, la actividad en los sectores de los servicios creció en 4,3% en el 3T20, después de 1,9% en el 2T20. Los indicadores de movilidad, especialmente durante el reciente asueto vacacional en octubre, apuntan a que la recuperación del gasto privado se está consolidando a inicios del 4T20. Un factor clave ha sido la mejora en el mercado laboral, reflejado en un descenso en la tasa de paro urbana hasta el 5,4% en septiembre, por debajo del techo del 6% fijado por el gobierno para este año. Como resultado, los ingresos de las familias se han recuperado: la renta real disponible de los hogares creció en 4% en el 3T20, después de descender en 1,3% en la primera mitad del año.
Por su parte, la inversión en capital fijo (urbana) también se recuperó con fuerza en el 3T20, al alcanzar un rebote del 8% interanual, después que cayera un 3% durante la primera mitad del año. Destaca la inversión en construcción, que registra un repunte de 10% interanual en el 3T20, apoyado por el mayor gasto en infraestructuras (6%), principalmente por parte del sector público (la inversión pública creció en 8%) y por un repunte en el sector residencial (las ventas de viviendas crecieron en 8% en septiembre). En contraste, la inversión en bienes de equipo se mantuvo en terreno negativo en el 3T20 (-1%), si bien moderando significativamente la intensidad de la caída (-18% en promedio en la primera mitad del año).
Por el lado de la oferta, la industria manufacturera mantuvo el buen momento en el 3T20: la producción industrial se incrementó un 5,8% interanual en el 3T20, superior al 4,4% registrado en el 2T20 y después de caer un 6% entre enero y marzo. La información es consistente con la recuperación en los indicadores de alta frecuencia, como el consumo de carbón por las productoras de electricidad o los índices de polución en las ciudades, y de las encuestas empresariales, como el PMI manufacturero de Caixin, que ya señalaban la normalización en las condiciones de producción en las fábricas. El componente de pedidos extranjeros también se ha recuperado con fuerza en los últimos meses, impulsado por el aumento de la demanda externa ante la reapertura económica en otras economías del mundo.
Efectivamente, las exportaciones crecieron un 8,8% interanual en el 3T20 (medidas en términos nominales y en dólares), el trimestre con mayor crecimiento desde mediados del 2018, impulsado por mayores compras de bienes chinos en EEUU y en el resto de Asia, principalmente de equipos electrónicos, médicos y tecnológicos. Por su parte, el repunte de la demanda interna se reflejó en un incremento del 3,2% en las importaciones, el primer registro en positivo desde el inicio de la crisis y siguiendo un patrón de “menos a más” a lo largo del trimestre (13% en septiembre). Como resultado, el superávit de la balanza comercial de bienes se amplió en 35% frente al mismo período del año anterior.
En balance, las cuentas nacionales del 3T20 confirman el sólido patrón que ha seguido recuperación de la economía china, país donde se originó la pandemia a inicios de año y de donde se exportó al resto del mundo. Este segundo trimestre consecutivo de crecimiento se ha caracterizado por ser menos heterogéneo por sectores y componentes del PIB, si bien a una tasa de crecimiento trimestral mucho más moderada que la primera fase de la recuperación. Los datos son de particular relevancia, ya que son la principal referencia del posible patrón que pueda seguir la siguiente fase de la remontada en otros países que vieron el rebote inicial en el 3T20.
El factor clave ha sido el control efectivo de las autoridades chinas de la situación sanitaria (los casos diarios no superan los 100 contagios desde julio), lo que contrasta con los recurrentes rebrotes y reimposición de restricciones a la actividad y la movilidad que están sucediendo en el resto del mundo. Crucialmente, el gobierno chino parece contener, de momento, el posible impacto negativo de los vaivenes de la recuperación económica global. En ese sentido, el gobierno ha promovido, por un lado, la reorientación productiva de la industria hacia sectores con mayor demanda del resto del mundo (equipos electrónicos y médicos, por ejemplo) y, por el otro, una política de “circulación interna”, orientada en satisfacer el mercado interno (una versión propia de apuesta por el nacionalismo económico). Esperamos que estos factores permitan mantener la economía china en crecimiento en los próximos trimestres, con un avance promedio de 2% este año y de 9% en el 2021.