El sector turístico se juega en lo que queda de año cerca de 30.000 millones de euros de ingresos, que podrían peligrar en función de cómo avance la pandemia en el mundo y de la intensidad de las restricciones para viajar a España, especialmente al archipiélago canario.
Durante el último cuatrimestre de 2019, vinieron a España 25,2 millones de turistas internacionales, que dejaron 28.154 millones de euros. Aunque el descenso en las entradas de turistas extranjeros se va atenuando conforme pasan los meses, en julio acumulaba todavía una caída del 75% sobre el mismo mes del año anterior.
Esos ingresos están ahora en el aire, por lo que el sector clama por el establecimiento de corredores seguros con los principales países emisores y por campañas de comunicación que trasladen seguridad a los viajeros internacionales.
Al tiempo, diferentes agentes turísticos se afanan por abrir opciones para los viajeros, fundamentalmente los nacionales: desde el turismo de montaña y esquí al enoturismo y se ofrecen promociones y descuentos en hoteles y aerolíneas.
En el último cuatrimestre están en el aire una buena parte de las llegadas de residentes en el Reino Unido -impone cuarentena a la vuelta-, que en los cuatro últimos meses de 2019 sumaron 5,41 millones de entradas y dejaron 5.254 millones de euros.
Los mismo ocurre con los 3,51 millones de turistas alemanes que vinieron en septiembre-diciembre de 2019 y que gastaron aquí 3.705 millones de euros; o los casi 3 millones de franceses, cuyo gasto sumó 1.985 millones. También se perderá buena parte de los 1.686 millones que se dejaron los ciudadanos de los países nórdicos.
Fuente: EXPANSIÓN
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