Publicado el 22/09/2020 Categoría: Actualidad, Ayudas

Bruselas endurece las condiciones para liberar las ayudas europeas



La Comisión exigirá a España aprobar las reformas pendientes como la de las pensiones

El Gobierno no tendrá un cheque en blanco para gastar los 60.000 millones de euros en ayudas no reembolsables de la UE. O al menos eso pretende la Comisión Europea. Aunque se trata de unas reglas todavía inmersas en negociaciones, el Ejecutivo comunitario ha endurecido los criterios con los que se repartirá el fondo de recuperación Next Generation EU. Según la nueva guía y el borrador del reglamento, para obtener estos fondos se exigirán las recomendaciones pasadas de reformas que no se habían cumplido. No se reclamarán ajustes fiscales, que podrían empeorar la recuperación y se posponen hasta que la economía se haya recuperado; pero sí las reformas. Esto supone que España tendrá que presentar un cambio de calado en las pensiones y potenciar la contratación indefinida.

Hasta ahora el Gobierno pensaba que la única condición a la que estaban sometidos los fondos era gastarlos bien. Los recursos se iban a entregar en función de que se cumplieran unos hitos que demuestren que se está trabajando en las inversiones y que el dinero se desembolsa. Esos hitos los pactaba el Ejecutivo con la Comisión y eran el único requisito para recibir los fondos. Aunque las ayudas se habían vinculado también a las recomendaciones del Semestre Europeo, estas se resumían este año en una idea: combatir por todos los medios las consecuencias de la pandemia. Y “solo cuando las condiciones lo permitan”, tendrán que “perseguir una política fiscal prudente”, decían en junio. Europa daba entonces carta blanca para todo lo que fuese necesario…

Hasta ahora. La Comisión publicó la semana pasada las guías para elaborar los planes nacionales de inversiones y reformas. Y en estas se señala que no se tendrán en cuenta solo las recomendaciones de junio. También las de años anteriores: “Los Estados miembros deberían examinar el paquete completo de recomendaciones específicas dirigidas a ellos por el Consejo, en particular bajo los ciclos de 2019 y 2020. A menos que la Comisión haya identificado en estas recomendaciones un ‘progreso sustancial’ o una ‘implementación completa’, todas deben ser consideradas relevantes. Los Estados deberían proporcionar una explicación detallada de cómo se va a responder a las recomendaciones con las medidas propuestas”, reza la guía del Ejecutivo comunitario. Fuente: El pais. Mas informacion.

 

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