La ocupación para la primera quincena de agosto está entre un 80 y 90% en la provincia y en un 65-70% en Santander
La hostelería cántabra está, en general, «contenta» y «muy satisfecha», con la marcha del negocio este verano pese a la caída de entre un 15 y un 20 por ciento de su facturación en julio con respecto al mismo mes del año pasado, y cree que agosto será «una fotocopia» del mes pasado.
Así lo ha afirmado en rueda de prensa este jueves el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Ángel Cuevas, quien, sin embargo, ha advertido de que en el cómputo anual los hosteleros dejarán un 50 por ciento de su facturación atrás.
Cuevas ha achacado la caída de la facturación a la menor ocupación y a los precios más bajos que se están registrando en la hostelería a raiz de la crisis sanitaria del COVID-19.
En cuanto a agosto, ha señalado que para la primera quincena de agosto, la ocupación es de un 80-90 por ciento en la provincia –los pueblos están «tirando más», y de entre un 65-70% en Santander, que, según ha explicado, se ha está viendo «algo resentida» este verano.
Por ello, considera que si la situación sanitaria sigue igual, los hsoteleros prevén tener, al igual que agosto, un 15% menos de facturación que el mismo mes de 2019.
De esta valoración positiva de los datos que está registrando la hostelería de Cantabria este verano, hay una excepción: los negocios de ocio nocturno, en «situación agónica», según Cuevas, por la hora de cierre impuesta a las 2.00 horas por el Gobierno regional, una resolución recurrida ante la Justicia por la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, que espera que se les permita volver a abrir en su horario habitual.
Cuevas ha realizado esta valoración en rueda de prensa acompañado por la directora de la Asociación, Bárbara Gutiérrez, y por el delegado de bares y discotecas de la AEHC, Tomás Sánchez.