Mientras el coronavirus sigue causando estragos en el sector de la restauración, el del reparto de comida a domicilio se está convirtiendo en uno de los más ‘calientes’ del mercado. Apenas un mes después de que la empresa Just Eat TakeAway – basada en Holanda por razones fiscales – comprara la estadounidense GrubHub por 6.500 millones de euros, Uber Eats – la división de reparto de comida del gigante del transporte Uber – ha adquirido la californiana Postmates por 2.650 millones de dólares (2.350 millones de euros). Uber, que pagará en acciones, acepta una prima del 10% en relación al precio de Postmates en su última ronda de financiación, hace diez meses.
Uber había estado a punto de comprar GrubHub, pero Postmates encaja mejor en su estrategia, por dos razones. La más obvia es que la compra de GrubHub probablemente hubiera sido anulada por las autoridades de defensa de la competencia de EEUU, dado que hubiera supuesto crear un gigante que controlara el 45% del mercado en ese país.
Postmates es mucho más pequeña, ya que su cuota de mercado es de apenas el 8%. Eso significa que la compañía resultante sólo tendrá el 30% del sector. Aun así, las autoridades de California, donde Postmates tiene el núcleo de su negocio, podrían cuestionar la operación.
El segundo elemento es el recorte de gastos que la compra permitirá. Según Uber, la entidad resultante permitirá un ahorro de 200 millones de dólares (176 millones de euros), algo importante si se tiene en cuenta que Uber Eats tuvo un Ebitda negativo de más de 300 millones de dólares (265 millones de euros) en el primer trimestre.
Fuente: EL MUNDO
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