La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, se ha reunido con sus homólogos de Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, Alemania, Grecia, Italia, Malta, Países Bajos y Eslovenia, y los secretarios de Estado de Francia y Portugal, para debatir el camino hacia la restauración de la libertad de circulación entre los Estados miembros, con la vista puesta en las vacaciones de verano
La crisis actual del COVID-19 ha situado a Europa frente a un desafío sin precedentes, y también ha resultado en un parón extraordinario para los viajes entre países europeos. La libertad de circulación entre Estados Miembros es un derecho esencial para el proyecto europeo. Los Estados participantes en la videoconferencia de hoy manifestaron su compromiso para restaurar esa libertad en favor de nuestros ciudadanos, a la vez que reconocieron la contribución significativa de las empresas del sector turístico en la economía de los Estados Miembros.
Frente a este revés, los ministros enfatizaron que su prioridad es evitar riesgos sanitarios para nuestros ciudadanos, incluyendo el aumento de infecciones de COVID-19. Aunque el objetivo común sigue siendo el de restaurar la libertad de circulación de los ciudadanos, los participantes han reconocido la necesidad de asegurar que el turismo no conduzca a un incremento de contagios de COVID-19 ni en los países de origen ni en los de tránsito o destino. Asimismo, los ministros y secretarios de Estado destacaron la importancia de que las medidas de seguridad en las fronteras -tanto de entrada como de salida-, sean comunes a todos los países, habiendo previsto la puesta en marcha de protocolos y medidas al efecto.
Los ministros también coincidieron en que todas las actividades turísticas requerirán en el futuro de un enfoque responsable, a través de la estrecha coordinación entre los socios europeos. Asimismo, coincidieron en dos requisitos para el levantamiento de las restricciones al turismo: en primer lugar, la existencia de un nivel bajo de contagios en los países de origen y destino; en segundo lugar, la adopción de medidas específicas en materia de contagios, control y salud, especialmente en los sectores de los viajes y el turismo, sobre la base de las recomendaciones de la Unión Europea publicadas el 13 de mayo de 2020.
Los ministros también declararon que el intercambio continuo de información es clave para sustituir los avisos generalizados contra los viajes al extranjero, en favor de la implantación de consejos específicos basados en la situación respectiva de los países y regiones de origen.
En este sentido, los participantes coincidieron en la necesidad de la coordinación en las medidas de apertura a partir del 15 de junio, dependiendo la fecha para cada país de la situación epidemiológica. La prioridad sigue siendo la apertura de fronteras dentro de la propia Unión Europea, aunque los ministros confiaron en poder continuar con las discusiones para fijar criterios respecto de la apertura de las fronteras exteriores.
Los ministros y secretarios de Estado europeos reconocieron que un aumento de infecciones por encima de niveles críticos y un fracaso en las medidas destinadas a evitar nuevas infecciones, o bien en proveer de asistencia sanitaria adecuada en la línea de las recomendaciones de la Comisión Europea, podría resultar en la reintroducción de nuevas medidas de protección, incluido el restablecimiento de avisos oficiales contra los viajes de los ciudadanos.