Coface pronostica que este año, después de una contracción del 3,5% en 2020, el PIB de Estados Unidos se recuperará un 5,7%, lo que permitiría que la economía americana retorne a su nivel anterior a la crisis a mediados de 2021
El mayor importador y el segundo mayor exportador de productos manufacturados del mundo, Estados Unidos, registra un déficit comercial desde principios de la década de 1970. La escalada de las tensiones comerciales, en particular con China, y la pandemia de COVID-19, que interrumpió los flujos comerciales, han afectado a la balanza comercial en los últimos años. El déficit comercial ha alcanzado un nivel récord de más de 900.000 millones de dólares en 2020.
En su último análisis, Coface pronostica que este año, después de una contracción del 3,5% en 2020, el PIB de Estados Unidos se recuperará un 5,7%, lo que permitiría que la economía americana retorne a su nivel anterior a la crisis a mediados de 2021, antes que la mayoría de las economías más avanzadas.
En el momento en el que Joe Biden llegó a sus primeros 50 días de mandato, este poderoso repunte de la economía estadounidense se impulsó, en parte, por una extraordinaria respuesta fiscal a la crisis. El paquete de estímulo, adoptado en marzo de 2021, asciende a 1,9 billones de dólares y elevará la respuesta fiscal total a la crisis a un importe equivalente al 27% del PIB estadounidense, superando a todas las economías maduras. Con su análisis basado en estimaciones históricas de una balanza comercial potencial, Coface prevé que, como resultado del plan de estímulo, el déficit podría crecer en 56.000 millones de dólares.
Un déficit establecido, alimentado por el consumo
Históricamente, el déficit de Estados Unidos se explica por las numerosas importaciones necesarias para satisfacer el consumo estadounidense. Desde 2015, el principal cambio ha sido la disminución del volumen de productos y materiales industriales en el déficit comercial. Según la Administración de Información de Energía, el país se convirtió en un exportador neto de gas natural en 2017 y de petróleo crudo y productos petrolíferos a finales de 2019.
Aunque los bienes de capital constituyen el sector de exportación más importante (34% del total entre 2010 y 2020), su crecimiento se ha visto reemplazado por el de las importaciones, en gran parte debido a los problemas de Boeing* en los últimos dos años, y luego por la pandemia de COVID-19.