Las cifras de empeoramiento de los contagios tras las fiestas navideñas se saldan con nuevas medidas contra la hostelería. La Región de Murcia y Galicia anunciaron este lunes un cierre que, aunque en la teoría no es total, lo es en la práctica. En ambas regiones, los bares y restaurantes de los principales municipios quedarán sin actividad, sumándose a Baleares que anunció el pasado viernes un cierre total durante dos semanas.
Castilla y León, en plena ola de frío, solo permitirá servir en las terrazas y endurecen sus horarios en Andalucía, que vuelve al cierre a las 18,00 horas, y Asturias a las 20.00. Y España es, entre las grandes economías europeas, la única en la que el Gobierno central no ha aprobado ayudas directas para que el sector pueda aguantar la nueva oleada de restricciones.
Una situación que llueve sobre mojado. A últimos de octubre, con la segunda ola, varias comunidades decretaron cierres totales y, sin embargo, hasta el 22 de diciembre, dos meses después, el Gobierno no aprobó un plan de choque, con gran decepción para el sector, al carecer de subvenciones directas
El plan incluye reducciones fiscales, apoyo para los alquileres, la inclusión del sector entre las actividades con exoneraciones en los Ertes o subvenciones para la actividad a través de los fondos de desarrollo regional. Pero el Gobierno dejó fuera las ayudas directas como el sector demandaba por 8.500 millones de euros.
Eso coloca a España como la única, entre las cinco grandes economías europeas, donde no se dan subvenciones a fondo perdido. Así, según los datos de la patronal del sector, Hostelería de España, los gobiernos de Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Rumanía, Bélgica y Luxemburgo han incluido en sus planes de apoyo al sector ayudas directas sin necesidad de devolver. A ellas se suma el Reino Unido fuera de la Unión Europea.
Fuente: EL ECONOMISTA