El cierre temporal de un centro educativo sólo se valorará ante supuestos de “transmisión no controlada” y en última instancia, el positivo en un aula de convivencia estable conllevará el establecimiento de un periodo de cuarenta y realización de pruebas PCR para toda la clase y se considerarán contactos estrechos de un positivo en el resto de aulas a cualquier alumno que haya compartido espacio con el caso confirmado a una distancia menor a los dos metros.
Son algunas de las medidas recogidas en la ‘Guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos’, aprobado por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta y uno de los dos documentos abordados hoy en el marco de la reunión conjunta de la Conferencia de Sectorial de Educación y el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, presidida por los ministros de Sanidad, Educación y Política Territorial, Salvador Illa, Isabel Celaá y Carolina Darias, respectivamente, y en la que han participado los consejeros de Sanidad, Miguel Rodríguez, y Educación, Marina Lombó.
En el encuentro, el Gobierno de España ha planteado además un documento de acuerdo, con veintinueve medidas y cinco recomendaciones, sobre ‘Actuaciones Coordinadas en Salud Pública frente al COVID-19 para centros educativos durante el curso 2020-2021, que establece, entre otras medidas, la mascarilla obligatoria a partir de los seis años, el incremento de la ventilación el mantenimiento del servicio de comedor durante todo el curso escolar y creación de un grupo de coordinación entre los servicios autonómicos de Salud Pública y Educación para una gestión ágil de los positivos que se produzcan en el ámbito educativo.
Fuente: GOBIERNO DE CANTABRIA
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